Tras cuatro décadas, hoy pudo conocerse de forma casi íntegra el texto de la Ley Reservada del Cobre, norma que establece que el Fisco destine anualmente el 10 % del ingreso total de Codelco a las Fuerzas Armadas.
El decreto 1.530 señala que “el 10% del ingreso en moneda extranjera determinado por la venta al exterior de la producción de cobre, excluidos sus subproductos, de la Corporación Nacional del Cobre de Chile y el 10% del valor de los aportes en cobre al exterior que efectúe dicha corporación, deberán ser depositados por el Banco Central de Chile en moneda dólar de los Estados Unidos de América, en la Tesorería General de la República, con el objeto de que el Consejo Superior de Defensa Nacional cumpla con las finalidades\» de la ley que lo crea.
Las Fuerzas Armadas reciben un piso mínimo de dinero: \»si la cantidad total del rendimiento del 10% fuera inferior a 90 milones de dólares, la diferencia deberá ser completada por el Fisco\», pudiendo además solicitar anticipos que se descuentan \»de los recursos posteriores que perciba [la Tesorería General]\».
Las entregas de los fondos, así como las cuentas, contabilidad e inversión, son reservados o secretos.
Recientemente, hemos sido testigos de los abusos y falta de transparencia de las Fuerzas Armadas: operaciones fraudulentas, desaparición de más de 5 mil millones de dólares, platas destinadas a alcohol, o visitas sicopáticas al casino, et cetera.
Que se destine fondos a las Fuerzas Armadas es completamente justo. No lo es, sin embargo, que gocen de beneficios que, como hemos visto, sólo han propiciado que comentan abusos los altos mandos —porque obviamente un cadete, no va a desfalcar los fondos con los 70 mil pesos (aprox.) que reciben mensualmente, por ejemplo…—.
El excesivo monto de dinero con que se aseguran estas instituciones, bien podría destinarse a necesidades más urgentes de nuestro país. Por ejemplo, asegurar una educación gratuita y de calidad para todos los chilenos —porque la \»gratuidad\» del gobierno no es más que una beca, en la forma actual—, mejorar el sistema de salud público, y un largo et cetera.
Lamentablemente, el gobierno ya ha dicho que no es prioridad que esta ley sea modificada, ¿por qué será? ¿Seguirán con la mentira de que su publicidad afecta la seguridad de la nación? Las noches de farra entre prostitutas y alcohol tampoco la afectan, para nada…