Hace más de un mes se registraron los primeros casos de enfermedad por el nuevo coronavirus (COVID-19) en la provincia de Colchagua y esta semana se conocieron los primeros en la provincia Cardenal Caro, particularmente en la comuna de Litueche. El virus que ha tomado por sorpresa al mundo entero ya está en nuestra zona, y solo depende de nosotros frenarlo.
Hasta ahora la comunidad colchagüina y cardenalina ha sido respetuosa de las medidas encomendadas por las autoridades, como evitar reuniones masivas, prevenir las salidas innecesarias y procurar el lavado recurrente de manos con agua y jabón. Estas son disposiciones con las que deberemos convivir por un tiempo extenso.
Es alentador el hecho que pocas personas se han contagiado de COVID-19 en Colchagua y Cardenal Caro, y especialmente el que la mayoría ya se encuentre recuperada, pero ello no significa que debamos flaquear en nuestros esfuerzos de autocuidado.
Nuestra zona, la tierra fértil donde nació el huaso chileno, ha sabido vencer peores escenarios. La epidemia del cólera en 1888, por ejemplo, diezmó a nuestra población, pero un pueblo resiliente salió raudo y victorioso hacia adelante. Hoy enfrentamos al virus asiático y como antes, con la colaboración de cada uno de nosotros, ganaremos esta batalla. Este virus lo paramos unidos.