Son las 7:30 de la mañana. Parece ser un día normal en Santiago, la capital de Chile, pero no lo es. La ciudad comenzaba una nueva jornada de invierno, una muy fría, con el termómetro marcando solo 1° C. En este día, 4 de julio de 2022, y tras un año de trabajo, terminará sus funciones la Convención Constitucional haciendo entrega de la propuesta al presidente de la República, Gabriel Boric.
Bajando al andén en la estación del metro Los Leones, a paso raudo y veloz, va el exvicepresidente de la convención Jaime Bassa Mercado. Entre la aglomeración lo perdemos de vista. Tras cambiar de línea en estación Baquedano, llegamos finalmente a la estación Plaza de Armas. Muy pocas personas transitaban a esa hora por el lugar que vigilan la Catedral, el Correo, la Municipalidad y otros edificios históricos.
Avanzamos por calle Compañía de Jesús y llegamos hasta el ex Congreso. Por la entrada de esta calle ingresaban convencionales y asesores de la coalición de derecha Vamos por Chile / Chile Vamos, algunos de los cuales se quedarían en el salón de honor a la espera de la reanudación de la sesión del órgano constituyente.
Entre Compañía y Catedral, por calle Bandera, estaba el ingreso del personal de prensa. Tras corroborar nuestra presencia en la nómina, avanzamos por los húmedos patios del antiguo parlamento, avanzando hacia el ingreso dispuesto por calle Catedral. Allí se ubicaba una carpa, abarrotada de periodistas y gráficos, esperando el arribo de los miembros de la Convención Constitucional, así como de los invitados.
Mientras tanto, se ultimaban todos los detalles en el Salón de Honor, donde se encontrarían los convencionales y algunas autoridades, y en el ingreso por Catedral donde se ubicaron los asientos para los demás invitados.
A las ocho de la mañana empezaron a llegar los primeros convencionales y acompañantes por Catedral. A lo largo de las próximas dos horas (y algo más) hicieron su ingreso al hemiciclo la mayoría de los políticos que redactaron la propuesta constitucional – algunos pocos, los derechistas Rocío Cantuarias, Jorge Arancibia y Teresa Marinovic, declinaron asistir.
El sentimiento entre los miembros de la Convención era mayoritariamente de alegría y jolgorio por lo conseguido: la primera Constitución Política redactada por un órgano democráticamente electo, paritario y con participación de los pueblos originarios. El socialista Ricardo Montero planteó que “esta es una Constitución de esperanza, una Constitución de justicia, una Constitución que tiene que ser aprobada el 4 de septiembre”.
El sentimiento era compartido por la también socialista María Ramona Reyes, quien señaló que “es maravilloso, bello. Tiene la consolidación de los derechos sociales, el estado garante de derecho”. “Fue un proceso pacífico, mandatado por la sociedad, destinado a resolver las diferencias que nos llevaron al estallido social”, agregó.
Reyes, quien fuera alcaldesa de Paillaco, región de Los Ríos, entre 2008 y 2021, se manifestó conforme también sobre las innovaciones que hay para los municipios. “Siempre los municipios aspiramos a ser gobiernos comunales verdaderos, pero sin recursos, siempre las decisiones se toman a nivel central. Ahora van a haber autonomías comunales, gobiernos comunales fortalecidos. Va a haber algún momento en que la comuna va a definir su vocación, va a tener que establecer una relación con la región autónoma también (que también va a definir su vocación, qué acciones va a realizar en salud, vivienda, si van a crear empresas públicas, o cómo se van a relacionar entre ellas) para resolver los temas de la comunidad”, manifestó.
La actriz Malucha Pinto, socialista al igual que los anteriores, manifestó algo de autocrítica sobre las a veces cuestionadas labores de la Convención. “Es verdad […] pero también al lado de eso hay puertas que se abren, hay espacios luminosos, hay grandes noticias para todos y todas”, dijo. Al mismo tiempo, expresó su anhelo de “un Chile distinto, que es el Chile que hemos conversado y deliberado durante este año”. “Despejemos toda esta avalancha de caca [sic], porque lo único que hacemos es ahogarnos en un mar de incertidumbre, de críticas”, dijo enfáticamente, concluyendo que espera “un Apruebo radiante, hermoso, contundente”.
Son las 9:25 y hacen su ingreso, acompañados por el convencional comunista Hugo Gutiérrez, el alcalde de Recoleta Daniel Jadue y el exdiputado y secretario general del partido, Lautaro Carmona. Jadue, de opiniones siempre controvertidas, es el único que se acerca a la prensa. A su juicio, la propuesta de Constitución significa la oportunidad de construir una democracia “que garantiza derechos esenciales para garantizar una vida digna a todos los chilenos y chilenas”.
“El ambiente está como puede estar. Hay mucha gente que está por cambiar la Constitución, y hay otros quienes se han beneficiado de esta Constitución en estos 30 años, que se han acostumbrado a los abusos, a coludirse, son unos adalides de este modelo de desigualdad, que tienen que estar bien molestos porque pierden sus privilegios. Es una buena noticia para la mayoría, pero para los que se han favorecido con esta Constitución, es una mala noticia”, dijo el excandidato presidencial de la tienda de la hoz y el martillo.
Poco después llegan los convencionales mapuche, quienes venían desde el Cerro Santa Lucía (o Huelén, como ellos le llaman) donde, en palabras del convencional Adolfo Millabur Ñancuil, exalcalde de Tirúa, dieron “los agradecimientos y cerrar el ciclo, con la tarea terminada, y llegar a nuestras comunidades, llevar el texto de la nueva Constitución”.
Por su parte, la abogada Rosa Catrileo reflexionó que “fue un trabajo arduo” el que desarrollaron durante un año, el que calificó como “el primer proceso democrático, con participación de todos los sectores de este Chile diverso, y creo que de eso va a dar cuenta la propuesta que vamos a entregar”.
Los representantes del pueblo mapuche señalaron que realizarán un intenso trabajo de difusión de la propuesta constitucional en las comunidades. Millabur expresó que “se hará comunidad tras comunidad, conversación tras conversación, dirigente por dirigente, entregar el texto ojalá escrito, al máximo posible. Tenemos dos meses para dar a conocer el texto de esta Constitución. Con los loncos, con los dirigentes, con los líderes, con toda la comunidad organizada, de la sociedad civil, no solo los mapuches”.
Catrileo, por su parte, dijo que “hay una organización tradicional en las comunidades en donde uno recurre a los dirigentes, a los loncos, a las autoridades ancentrales, quienes son los que entregan la información al resto de la comunidad. Estamos en contacto durante todo el trabajo [en la Convención] con ellos, así que los vamos a mantener y reafirmar en estos dos meses”.
“Ninguna Constitución de Chile preveía derechos de los pueblos indígenas, y ahora sí lo hace, así que para nosotros es muy importante esta propuesta”, agregó la licenciada, quien junto a representantes de otros pueblos indígenas avanzaron por la carpa premunidos con banderas y usando sus vestimentas tradicionales.
Asediada por los periodistas, mientras tanto, estaba la expresidenta de la Convención Elisa Loncon Antileo. Dijo estar “muy contenta, satisfecha y agradecida de las personas que nos colaboraron, de los servicios públicos, de las universidades, de las asociaciones, de los movimientos sociales. Es tiempo de agradecimiento, es tiempo de esperanza”.
“Es tiempo también de recordarle a todas las y los chilenos que tenemos que darnos dos meses de lectura intensiva del proyecto de nueva Constitución para llegar el día 4 de septiembre a votar informados, así que ¡muchas gracias! ¡Feley!”, dijo la académica y lingüista, mientras se apresuraba para llegar al Salón de Honor.
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El destacado académico liberal igualitario, docente de la Universidad de Valparaíso, Agustín Squella Narducci, se refirió en forma más extensa a su labor personal y la de la Convención en el transcurso de los últimos doce meses.
“Es, como es obvio, una etapa importantísima en el proceso de cambio constitucional en Chile, a pesar de todos los problemas habidos y de la incertidumbre que produce el resultado que se produzca el 4 de septiembre, pero así tienen que ser las cosas. Está bien que una Convención elegida democráticamente haya propuesto un texto constitucional y mejor todavía si la ciudadanía decide si ese es el texto que la interpreta o no”.
“Si se rechazara, pues eso no significará, espero realmente, que el proceso constitucional se interrumpa porque no podemos prolongar más tiempo los 33 años que llevamos de la Constitución de 1980 – hace más de 33 en realidad, 40 años y desde que empezaron los cambios constitucionales, del 89, sí, ahí han transcurrido 33 –. Demasiado tiempo para dejar atrás la constitución de una dictadura, entonces si no es esta la oportunidad, o sea que este texto se apruebe en septiembre, tendrá que haber otra manera, pero Chile no puede seguir arrastrando este pesado poncho de la Constitución de la dictadura”.
– ¿Está conforme con el trabajo logrado?
“Estoy más conforme que disconforme. Yo creo que la propuesta tiene mucho más pro que contras. Ninguna obra humana es perfecta, ninguna obra humana contiene solo aciertos o desaciertos, y lo que yo esperaría es que los ciudadanos ponderen cada cual, libremente o en grupos, ponderen los pro y los contra y tomen una decisión informada como resultado de ese sopesar tanto los pros como los contras”.
“Quien quiera encontrar en esta Constitución solo aciertos, pues está equivocado, es ingenuo, o incurre en lo que yo llamo narcisismo constitucional, pero quien quiera encontrar, por otro lado, solo desaciertos está incurriendo también en falta de objetividad, en una injusticia con el texto. Tenemos que ser capaces de examinarlo en estos dos meses para llegar cada cual a una postura libre, informada, que nos permita a todos la noche del 4 de septiembre apagar la luz de nuestra habitación con la tranquilidad de conciencia de decirnos a nosotros mismos y a los demás “voté sí, por el apruebo, por el rechazo, pero lo voté de manera informada y responsable””.
Antes de retirarse, Squella dijo que “hay que protegerse de las redes sociales particularmente”, aludiendo a las fake news o noticias falsas que abundan en nuestros tiempos. “También de medios de comunicación que incurren en desaciertos o en interpretaciones muy erróneas de lo que está ocurriendo en un momento determinado”.
– ¿Aprueba o rechaza?
“Yo apruebo”.
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El abogado sanfernandino Nicolás Núñez Gangas fue uno de los cuatro representantes del denominado Distrito 16, que incluye a las provincias de Colchagua y Cardenal Caro, en la Convención Constitucional. Manifestó su total convencimiento de que el texto constitucional refleja lo que “nos pidió la ciudadanía desde el estallido social, incluso desde antes”, agregando que luego de la ceremonia “lo importante pasa a ser el texto y los convencionales pasan a ser secundarios en este proceso. Lo importante es que la gente se pueda enterar sin ruido, sin deformación, de lo que dice literalmente el texto de la nueva Constitución, que es la fuente primaria de lo que nosotros estamos proponiendo”.
– Nicolás, ¿qué nos puedes decir sobre las críticas que han surgido últimamente respecto a una supuesta falta de transparencia del órgano constitucional?
“Todo está en la página de Transparencia en chileconvencion.cl, y la gente lo puede revisar derechamente ahí, el trabajo de las comisiones, lo que sale de las comisiones, la primera propuesta de borrador, después el borrador sistematizado, después pasado por armonización, entonces todo es transparente. Las críticas que se pueden levantar con respecto a que no se había dejado [publicado] el texto no son ciertas, ya que simplemente la semana pasada recién terminamos la última sesión de la Convención formalmente hablando, y ahora ya se hace la entrega, entonces todo el proceso estaba transparente de cara a la ciudadanía, algo que nunca había sucedido tampoco en Chile, las constituciones se hacían encerrados entre cuatro paredes”.
– ¿Qué mensaje le entregas a la población de Colchagua y Cardenal Caro, al terminar tus labores en la Convención?
“El mensaje es, primero que todo, relevar la importancia que tiene la garantización del uso del agua. Dejar tranquilos también a los pequeños agricultores y a los campesinos de la pequeña agricultura rural campesina de que los derechos de agua que están inscritos en este momento no les van a ser quitados, expropiados, como andan diciendo las falsas noticias por ahí. Es más, se da una pertinencia de uso territorial del agua con el consejo de Cuencas que se genera hoy día”.
“Los agricultores de San Vicente, por ejemplo, el otro día nos decían ¿saben que? Sabemos que hay escasez hídrica, pero lamentablemente en esta escasez hídrica igual hay algunos que tienen más agua por sobre los otros no según la disponibilidad sino según la cantidad de derechos que tienen inscrito, por lo tanto ahora se va a hacer con criterio de disponibilidad el uso racional del agua dándole prioridad al consumo humano, algo que no teníamos en el actual sistema de la Constitución de 1980”.
“Darle tranquilidad también a la pesca artesanal, dar también tranquilidad de que tenemos una norma expresa de acceso a la montaña, lagos, ríos y rivera, que fue presentada por este equipo constituyente, que nos garantiza cosas tan sencillas como que en nuestra cordillera se garanticen los pasos ancestrales que han ocupado para actividades de pastoreo los arrieros”.
“Tenemos también la protección de la tierra, protección de vivienda. Entonces la vivienda está doblemente, triplemente protegida. Los rumores falsos con respecto a la expropiación de viviendas son eso, rumores falsos, falsas noticias. Está protegido tanto en el derecho de vivienda, como el derecho de la propiedad, como también a través de tratados internacionales ratificados y vigentes por Chile. Yo aparte de ser constituyente soy abogado, por lo tanto hablo con propiedad con respecto a la materia, así que transmitir tranquilidad y decir a las personas que se informen y lean, y hagan el ejercicio comparativo de la antigua Constitución hecha en dictadura y de la nueva Constitución democrática y legítima que nosotros estamos presentando. Muchas gracias”.
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En este punto eran ya las 9:49 y se aprontaba a paso firme el inicio de la ceremonia de cierre de la Convención Constitucional. Entre otros, llegaron Gustavo Gatica y la senadora Fabiola Campillay, ambos víctimas de la violencia del Estado durante el estallido social de 2019; el alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp; convencionales del Frente Amplio como Constanza Schonhaut y Jennifer Mella, sanfernandina pero representante de un distrito de la región de Coquimbo; el arzobispo de Santiago Celestino Aós; algunos convencionales de Vamos por Chile como el jinete de rodeo Alfredo Moreno, la comunicadora ariqueña Pollyana Rivera, el presidente de Evópoli Hernán Larraín Matte, la periodista Bárbara Rebolledo y el exsubsecretario de Sebastián Piñera Arturo Zúñiga, quien llevaba una bandera chilena; y la convencional del pueblo yagán Lidia González, quien portaba un retrato de su madre Cristina Calderón, la última hablante nativa del idioma yagán, fallecida hace pocos meses.
Aunque, como dijimos, el ambiente era mayormente de satisfacción por el trabajo realizado, habían quienes no estaban de acuerdo con ello. La acompañante del convencional Bernardo Fontaine, a quien no pudimos identificar, dijo que “en lo personal no me representa esta Constitución y espero que [la Convención] sí haya servido para que podamos avanzar hacia otra posibilidad, otro ejercicio, donde finalmente todos nos sintamos representados”. “Creo que en lo personal, como ciudadana, creo que cumplieron algo que, te confieso, que no tenía muy claro qué estaban haciendo. En ese sentido los felicito”, agregó.
Por su parte, el periodista Bernardo de la Maza Bañados, conocido como presentador del noticiero “24 Horas” de Televisión Nacional, igualmente manifestó sus reparos. “Yo creo que no lo estamos terminando bien. Una Constitución que debió haber sido redactada de tal forma que fuera aprobada por un 90% de la población, como muchas constituciones en el mundo, y al final va a estar peleada entre el apruebo y el rechazo. Yo creo que tiene muchas cosas buenas en materia de reconocimientos indígenas, la naturaleza, en fin, pero es una Constitución que no me satisface”.
“Estoy conforme porque hice todo lo que pude, di todo lo que pude, casi dejé mi vida aquí adentro, pero no estoy contento porque mis propuestas fueron rechazadas, de algo más racional, moderado, en el cual confluyéramos todos, pero bueno, no se pudo”, expresó, con lamento, el comunicador.
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Los miembros de la ex Lista del Pueblo, de izquierda más radical, llegaron casi al filo del comienzo de la ceremonia final – incluso algunos llegaron atrasados. Una de ellas, Elsa Labraña, conocida por su planteamiento de cambiar el himno y la bandera nacional, no quiso responder preguntas. Pero otros sí.
Marco Arellano, administrador público de profesión, se refirió a la Constitución propuesta señalando que “es justa porque defiende la naturaleza, consagra un avance en materia medioambiental sumamente importante; establece mecanismos de democracia directa muy avanzados; establece un Estado social de derecho, que es un concepto de socialdemocracia, un Estado de bienestar clásico; y porque soluciona varios problemas: atiende el problema de la vivienda, el problema de los adultos mayores, es un avance en cuanto a derechos sociales, y creemos que es muy importante por varias razones. En temas de paridad de género hay un avance muy significativo”.
Manifestó igualmente que la nueva Constitución fortalece el rol contra la corrupción. “Quedó la definición de la corrupción como un atentado contra la democracia y el bien común, que es una definición bastante amplia; quedaron mecanismos de fiscalización, mecanismos de denuncia, las atribuciones del Consejo para la Transparencia crecen, se eleva a rango constitucional, Contraloría también; entonces hay varios avances en este ámbito”.
En tanto, la egresada de derecho Camila Zárate Zárate, representante de la región de Valparaíso, expresó su conformidad con que “la gran mayoría de los temas que nosotros traíamos quedaran [en la propuesta constitucional] como la seguridad alimentaria, el derecho humano al agua, los consejos de cuenca, la custodia de los bienes comunes, logramos también determinar mecanismos de democracia directa […] son algunos de los temas que logramos consagrar. Los derechos de la naturaleza, el cuidado de los animales, son algunos de los principales temas que traíamos al nuevo texto. Así que si sacamos las cuentas, sacamos bastante alegres”.
“Nosotros entendemos que estamos en un proceso de buscar todas las vías necesarias para lograr una constitución ecológica. En este momento entendemos que ya pasamos la fase constitucional, por supuesto que viene la fase [reglamentaria], esperamos tener los resultados que estamos esperando, y en ese sentido tenemos que, el rol de los movimientos sociales debe ser el de incidir en los distintos procesos de implementación para generar la adecuación de las normas, por ejemplo en el consejo que se va a crear de transición ecológica, por ejemplo también lo que va a hacer la creación de la Agencia Nacional de agua, del Consejo de Cuencas, también de otro tipo de entidades muy relevantes en materia hídrica, que es todo ese traspaso de institucionalización, y por lo mismo el movimiento social tiene que hacerse parte, y obviamente no abandonar la lucha social y sobre todo la oposición y el apoyo a los distintos proyectos que se planteen en los territorios”, agregó la ex integrante de la Lista del Pueblo.
En relación a la campaña del plebiscito, el convencional Marco Arellano dijo que será “bastante ardua y nuestro rol va a ser salir a informar independiente de la posición que tenga cada persona. Creemos que es un derecho ciudadano votar realmente informados sobre los alcances del texto constituyente y en eso vamos a estar enfocados en los próximos dos meses”. Zárate, por su parte, dijo creer que “cada quien va a tener una discusión con distintos grupos. Nosotras y nosotros ya llegamos a nuestros territorios y por lo mismo es que también estamos apostando a generar comandos independientes y autónomos, pero por supuesto que va a haber una coordinación entre todas las fuerzas que van por el Apruebo, porque evidentemente que tenemos que estar coordinados para poder lograr el triunfo”.
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Son las 10 de la mañana. Los cierres de las calles cercanas al ex Congreso, a cargo de Carabineros, impiden el paso de los numerosos manifestantes que han acudido hasta los alrededores de la Plaza de Armas, algunos para apoyar la labor de la Convención, otros para criticarla. Se oyen, a lo lejos, cánticos contra la Constitución de 1980, asociada al dictador Augusto Pinochet. El escenario, de todas formas, es distinto al vivido hace exactamente un año, el 4 de julio de 2021, cuando los disturbios pusieron en tensión el inicio de la Convención.
En varias ocasiones, durante los próximos 25 minutos, un maestro de ceremonias invita a los convencionales que aún no toman sus posiciones en el Salón de Honor a hacerlo. Allí ya se encuentra la gran mayoría de los miembros de la Convención y autoridades invitadas, como el presidente de la Cámara Raúl Soto; Álvaro Elizalde, del Senado; y los ministros Izkia Siches y Giorgio Jackson, respectivamente del Interior y Secretaría General de la Presidencia.
10:26. La presidenta y vicepresidente de la Convención Constitucional, María Elisa Quinteros y Gaspar Domínguez, salen desde sus oficinas con el libro en tapa dura que contiene la propuesta definitiva de Constitución. En la ceremonia se firmarán diez copias de este tomo de color violeta, con una bandera chilena en el centro. Cuatro minutos más tarde, ya están los convencionales e invitados en sus respectivos puestos. La ceremonia comenzará.
Quinteros y Domínguez hacen su ingreso al Salón de Honor, por una alfombra roja y ante los aplausos del resto de los convencionales. La presidenta saluda en español y en idiomas indígenas, declarando reanudada la sesión N.° 110, suspendida el martes 28 de junio, cuando se aprobó la armonización definitiva del texto.
El quinteto de cuerdas de la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles de Chile realiza una emotiva interpretación del himno nacional. El canto de los asistentes resuena en las paredes del ex Congreso, y también en el sector de ingreso por calle Catedral, donde están los invitados. Tras el último “O el asilo contra la opresión” los aplausos duran varios segundos.
Acto seguido, el maestro de ceremonias indica el objeto del acto: la entrega de la propuesta de Constitución al presidente de la República, Gabriel Boric Font. Pero antes, invita al vicepresidente de la Convención Gaspar Domínguez a entregar un discurso.
El médico manifiesta que “esta propuesta que hoy nos convoca, es el resultado de un trabajo colectivo, de millones de personas que han aportado con sus conocimientos, ideas, apoyo, buenos deseos, y también desde sus críticas a veces dolorosas, pero que nos sirvieron para mejorar”. “Soy una persona imperfecta y real, como todas las personas que escribimos este borrador y este proceso ha sido así también, imperfecto y real”, dijo en su alocución.
“Este es uno de los procesos más asombrosos y transformadores que ha tenido Chile en su historia democrática. Un proceso que surgió de forma inesperada, como una luz en medio de la incertidumbre y la angustia. Quienes tenemos menos de cuarenta años creíamos que la democracia estaba dada, pero no fue sino hasta octubre de 2019 que yo entendí que la democracia hay que cuidarla, y cuidarla es difícil, requiere de un gran esfuerzo, y Chile decidió encauzar la profunda crisis política a través de un proceso democrático, inédito, sin recetas. Y aquí estamos, un año después de haber empezado, enfrentando el desafío, cumpliendo en forma y tiempo, mostrando al mundo que somos una República y una democracia madura, que puede acordar sus principios y valores comunes, reconocer los derechos esenciales a la dignidad y profundizar su democracia”, agregó más adelante Domínguez.
Continuó expresando: “Los dos meses que vienen son muy importantes. El año que hemos terminado, como decía al inicio ha sido difícil, hemos cometido errores, pero la convención aquí no es lo relevante, el protagonista es Chile y su futuro. Por eso es responsabilidad de cada ciudadano buscar información veraz y evitar las frecuentes y dañinas noticias falsas. La discusión que viene en estos meses de reflexión será lo que determine nuestro destino y por eso trabajemos en oírnos, y en imaginar lo que viene”.
Sigue: “El artículo 13 de esta propuesta dice: Son emblemas nacionales de Chile la bandera, el escudo, y el himno nacional. Y es algo que nos enorgullece. Pero amar la patria es mucho más que los emblemas, es amar y respetar a las personas que la componen, y este respeto es darle al pueblo la soberanía para escribir sus propias reglas, el poder de definir su futuro. Escribir una constitución democrática, que fortalezca la protección de los derechos, es un profundo acto de patriotismo”.
Concluyó, Domínguez, diciendo que: “Porque merecemos darnos esta oportunidad de transformación y demostrarle al mundo que es posible. Porque llegamos hasta acá de la mano de miles y millones de chilenas y chilenos que demandan un acuerdo en el que todos seamos parte. Encontrémonos en paz el próximo 4 de septiembre. Porque al final todos queremos una nueva Constitución, una Constitución justa para Chile”.
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En las afueras del ex Congreso, el ambiente es de un intenso silencio, atento a las palabras del vicepresidente, quien retornó a la testera para ceder el micrófono a la presidenta María Elisa Quinteros.
La representante de la región del Maule comenzó manifestando que fue “un año de intenso y riguroso trabajo, desarrollado por un órgano elegido democráticamente, por primera vez paritario, con una representación y diversidad poco antes vista en nuestra historia, conformada desde la confianza depositada en ciudadanas y ciudadanos que acogimos este mandato de soñar con un país más justo para todas y todos. Por ello, me siento honrada de presidir este momento histórico, depositario de un antiguo anhelo de transformación, que evocamos cada vez que imaginamos nuestra patria más inclusiva, solidaria, democrática, respetuosa de sus derechos y libre de atropellos. Muchas generaciones han trabajado por este sueño, ya sea desde la escena pública o desde el silencioso apoyo de tantas personas que han construido este anhelo colectivo”.
Sobre la propuesta que realizó la Convención al país, dijo que “en este proyecto nos movilizó la convicción, la esperanza de un nuevo acuerdo, del que todas y todos podíamos ser parte, siempre en el marco del respeto de los valores republicanos que han sido los referentes para el progreso de nuestra patria. Y todo eso se refleja en esta propuesta. En primer lugar, porque supimos dar una respuesta pacífica a urgentes demandas ciudadanas, lo que demuestra nuestra capacidad de colaborar y crecer en conjunto”.
“Lo sabemos, pues lo vemos una y otra vez frente a las grandes catástrofes que nos ha tocado enfrentar. Nos ha tocado escribir este texto constitucional en medio de convulsiones sociales, de una crisis socioambiental sin precedentes, durante una pandemia, y mientras ocurren nuevas guerras en el mundo. En esta oportunidad, hemos elegido un camino institucional para salir adelante, para corregir desequilibrios, para encontrar otros balances y volver a traer a la conversación algunos elementos que habíamos olvidado”, continuó.
“En segundo lugar, porque se gestó bajo innegables e inéditas condiciones democráticas. Es decir, de representatividad política, social, cultural y de género. Así llegamos a amplios acuerdos, supra mayoritarios, redactando la primera Constitución paritaria del mundo. Además, se trató de un órgano con una diversidad poco antes vista en nuestra historia, presidida por dos mujeres que representan a las muchas generaciones que han trabajado en este sueño colectivo de un país más justo para todas y todos. Y, en tercer lugar, porque fue participativa. En ella participaron millones de personas de manera individual u organizada, quienes compartieron sus propuestas y apoyaron las iniciativas de normas populares, entre otros mecanismos de participación”, siguió la talquina.
“Es así como esta propuesta constitucional recoge un anhelo de cambio que compartimos como país, mucho antes incluso de saber que existiría la posibilidad de redactar una nueva Constitución. Evoca ese anhelo de justicia que intuíamos posible cada vez que nos enfrentábamos a atropellos e injusticias, y cada vez que la solidaridad aparecía espontáneamente entre nosotras y nosotros. No inventamos la realidad, ni impusimos demandas. Nos limitamos estrictamente al mandato histórico ciudadano, con acuerdos amplios, con pleno respeto y consideración al marco jurídico internacional y con el fundamento científico, ético y social en cada una de las propuestas redactadas. Desde ese piso sólido, soñamos y construimos”, indicó Quinteros.
“Se nos encomendó escribir este texto, y hoy con mucha humildad y satisfacción lo ofrecemos cumpliendo todos los plazos establecidos. Sabemos que es perfectible, y esperamos sea el piso mínimo que contribuya a consolidar una sociedad con mayor equidad, fundada sobre fuertes bases éticas”.
Finalizó Quinteros señalando que “el resultado final de todo este esfuerzo nos deja una profunda satisfacción. Hoy se cierra este histórico ciclo de trabajo democrático. Y lo hacemos desde este salón de honor, testigo privilegiado de grandes hitos de nuestra historia republicana, para iniciar otro capítulo de la tradición democrática que nos enorgullece. Esta propuesta constitucional, que hoy entregamos, está llamada a convertirse en la base del país más justo con el que todas y todos soñamos. Una Constitución justa para Chile”.
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La presidenta Quinteros retorna a la mesa principal y, desde allí, pidió al secretario de la Convención John Smok certificara que no habían votaciones pendientes, lo que este hizo. “El resultado de esta revisión fue comunicado a la mesa directiva mediante un completo informe”, dijo Smok, quien indicó que el 30 de junio esta aprobó las correcciones menores realizadas por la Secretaría, incorporando algunos otros pequeños cambios.
“El texto constitucional que tengo a honra entregar a usted señora presidente [sic] y al señor vicepresidente se ajusta plena y fidedignamente a los acuerdos del pleno y de la mesa directiva, de que he dado cuenta”, indicó Smok, ante los aplausos de los presentes. “En consecuencia, ruego a usted señora presidenta y al señor vicepresidente recibir los tres ejemplares originales del texto constitucional y proceder a estampar su firma en ellos”. Acto seguido, procedieron Quinteros y Domínguez a signar los tres tomos de tapa dura, además de otros siete ejemplares que serían distribuidos a instituciones como el Archivo Nacional.
Luego de eso, hizo su ingreso al Salón de Honor el presidente de la República, Gabriel Boric, quien concurrió con la banda presidencial. María Elisa Quinteros le entregó a Boric uno de los ejemplares de la propuesta. Tras ello, el mandatario hizo uso de la palabra.
“Ha pasado muchísima historia para poder llegar hasta este momento, mucho sacrificio incluso de vidas para poder discutir, debatir una Constitución que nazca de un debate democrático. Bien vale, en este momento, recordar al ex Presidente Eduardo Frei Montalva quien hace 42 años, el 27 de agosto de 1980, en los días oscuros de nuestro país, hacía, desde entonces, un llamado a una Asamblea Constituyente”, dijo el presidente.
“Ustedes, Convencionales, han concluido la misión que les encomendó el pueblo de Chile en octubre del 2020, ponerse de acuerdo en una propuesta de Nueva Constitución que refleje los anhelos y esperanzas por una vida digna para todas y todos los habitantes de nuestro país. Y lo han sacado adelante, pese a todas las dificultades, aprobándola por más de dos tercios de los convencionales”, continuó.
“Sé, y todo Chile está consciente, que no ha sido fácil. Y es que, queridos compatriotas, la democracia no es fácil y más allá de las legítimas diferencias que puedan existir sobre el contenido del texto sobre el cual se debatirá durante los siguientes meses, hay algo en lo que todos y todas tenemos que estar orgullosos, que en el momento de la crisis más profunda política, institucional, social que ha vivido nuestra Patria en décadas, los chilenos y chilenas optamos por más democracia y no por menos. Y el texto que hoy le entregan a Chile es el fruto de esa convicción profunda que marca el talante de nuestra República”.
“Hoy, queridos compatriotas, empezamos una nueva etapa. Se trata, ahora, de leer, estudiar y debatir la propuesta constitucional que hoy entregan al país y, como Presidente de la República, tengo el deber de garantizar que cada uno de los ciudadanos de nuestro país podrá tomar una decisión libre y plenamente informada el próximo 4 de septiembre. Para el cumplimiento de este mandato vamos a necesitar la colaboración de todos y todas, de no descalificar a quien piensa distinto, de acoger a quien tenga dudas, de conversar y, como decían en sus discursos los integrantes de la mesa directiva, debatir no para ganar, sino para construir, para encontrarnos”, prosiguió el presidente Boric.
Finalizó Gabriel Boric señalando confiar “en que fieles a la tradición democrática que nos caracteriza vamos a enfrentar este momento histórico de una manera responsable y con sentido de futuro, pensando no en las pequeñas ventajas que cada uno pueda obtener, sino en la paz, en la concordia, en la justicia, en la hermandad entre chilenos y chilenas, y, por, sobre todo, en la dignidad, esa palabra tan linda, de todos los habitantes que nuestra Patria merece”.
En seguida, el Presidente Boric, acompañado de los ministros Izkia Siches y Giorgio Jackson, firmaron el decreto que convoca a plebiscito nacional para el 4 de septiembre de 2022. El segundo artículo del Decreto N.° 2.078 exento declara que “el electorado dispondrá de una cédula electoral que contendrá la siguiente pregunta: “¿Aprueba usted el texto de Nueva Constitución propuesto por la Convención Constitucional?”. Bajo la cuestión planteada habrá dos rayas horizontales, una al lado de la otra. La primera de ellas, tendrá en su parte inferior la expresión “Apruebo” y la segunda, la palabra “Rechazo”, a fin de que el elector pueda marcar su preferencia sobre una de las alternativas”.
Mientras esto sucedía, el personal de seguridad entregaba a los invitados un número con el que podrían retirar un ejemplar de la propuesta constitucional. Signado el decreto, el pianista Valentín Trujillo realizó una nueva interpretación del himno nacional. Todos de pie, entonaron por segunda vez el canto. Tras ello, el presidente y sus ministros se retiraron del hemiciclo, y comenzó la entrega de los ejemplares de la Constitución a los convencionales.
11:37 horas. La presidenta de la Convención, María Elisa Quinteros, pidió un aplauso para las secretarías del órgano y luego expresó, mientras sonaba la campanilla: “Estimadas y estimados convencionales, por haberse cumplido el objeto de esta última sesión, se levanta y se declara disuelta la Convención Constitucional. ¡Hasta siempre!”.
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Aplausos, seguidos por abrazos, fueron la imagen del salón de honor y también en las afueras del ex Congreso. En el patio, sobre unas mesas, estaban arrumbados los cientos de ejemplares que fueron entregados a los invitados y asesores de los convencionales, muchos de los cuales hicieron largas filas requiriendo la firma de María Elisa Quinteros y otros destacados miembros del órgano, como el exvicepresidente Jaime Bassa, la expresidenta Elisa Loncon, Marcos Barraza y Daniel Stingo.
Quinteros, aún en el hemiciclo, declaró a la prensa que “hay mucha” autocrítica sobre la labor en la Convención. De hecho, dijo, “en algún momento me encantaría hacer un libro, quizás, con todas las recomendaciones para futuros procesos constituyentes, porque este ha sido muy valioso por su composición paritaria, por la inclusión de los pueblos originarios, y acá hay mucha gente también que tiene mucho talento para escribir y puede ayudar a otros países latinoamericanos o del mundo a mejorar y no cometer los errores que cometimos”.
“Ha sido agotadora [la labor], estoy feliz de terminar, en lo personal espero volver a mi vida personal, pero ha sido muy enriquecedor, lo hemos asumido con mucha responsabilidad, tanto yo como en primera persona, también mi equipo, también el vicepresidente hemos dado todo para sacar adelante este proceso”, indicó, concluyendo que le gustaría que la recuerden como una persona “trabajadora, sencilla”.
En el pasillo y en el patio, la prensa asediaba a los ahora exconstituyentes. La periodista y excandidata presidencial Beatriz Sánchez, por ejemplo, solo nos dijo brevemente que estaba muy feliz por lo conseguido en la Convención. El exministro de Piñera, Cristián Monckeberg, por el contrario dijo estar decepcionado de lo que, en sus palabras, fue una “izquierda atrincherada”.
El abogado y profesor de la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile, Fernando Atria Lemaitre, estaba optimista. Quien fuera tataranieto del exalcalde de San Fernando José Agustín Ramírez Arriagada -dato que declaró desconocer- fue indudablemente una de las figuras más importantes en la Convención, dado su perfil constitucionalista y como autor de libros como “La constitución tramposa”, en que se refiere latamente a la Constitución de 1980 y la necesidad de cambiarla.
“Primero que nada, un saludo a todos los pichileminos. Ahora se está cerrando la Convención, en realidad se cerró, se acabó la convención, la Convención desaparece y lo que queda es su resultado que es la propuesta de Nueva Constitución. Yo creo que la propuesta que logró hacer la Convención es la nueva Constitución que Chile necesita y por eso estoy contento con que la Convención haya logrado hacerlo, dentro del plazo y hacerlo pese a todas las condiciones adversas que han habido”, indicó el jurista.
– ¿Qué innovaciones importantes tiene esta propuesta de Constitución?
“Esta es una Constitución que hace de Chile un Estado social y democrático de derecho, es decir, un Estado cuyo deber fundamental es la realización de derechos sociales, que son derechos orientados a mostrar o hacer realidad que la prosperidad de la sociedad está orientada a asegurar las condiciones materiales de la libertad de todos, porque los derechos sociales son acerca de eso: libertad para todos”.
“Estado regional: supongo que en Pichilemu sienten el centralismo asfixiante que lo sufren no solamente respecto de Santiago, sino que también respecto de la capital regional. [Respecto a] eso, esta nueva Constitución pretende empezar un proceso para acabar con eso y transferir poder a las regiones y a las comunas”.
“También esta es una nueva Constitución que va a permitir un nuevo trato, una nueva relación con los pueblos originarios, que va a contribuir a sanar heridas históricas. En fin, también es una constitución paritaria, inclusiva y que tiene un sistema político que no está diseñado para bloquear las iniciativas transformadoras, sino para que la política institucional pueda ser vista como instrumento de la voluntad del pueblo\».
\»Muchas gracias\».
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Lentamente comenzaron a retirarse del ex Congreso los exconvencionales e invitados. A las 13 horas aún había un gran número de personas en los patios y en el Salón de Honor, cuyo ingreso había sido cerrado por la seguridad.
Justo afuera de las puertas, las exconstituyentes Rosa Catrileo y Elisa Loncón posan para las cámaras junto al libro de propuesta constitucional, hablando la segunda en mapudungún. Por un costado pasa el independiente de derecha Rodrigo Logan, acompañado de una mujer, dándole un apretón de manos a una carabinera y manifestándole su agradecimiento por sus labores. El profesor de la Escuela de Derecho de la Universidad de Valparaíso, Christian Viera, se retira en silencio tras entregar declaraciones a los periodistas.
Valentina Miranda Arce, estudiante de administración pública en la Universidad de Chile, comunista, fue con 22 años de edad la integrante más jóven de la Convención. En ese sentido, manifestó “transmitirles la esperanza [a los jóvenes] que se siente en el término de la Convención Constitucional y motivarlos a seguir participando. Esta Constitución es para nuestro futuro, para los que vienen después de nosotros y para aquellos que están naciendo, así que a seguir haciendo, a seguir trabajando, y a seguir luchando. Nos costó llegar a este lugar y tenemos que seguir disputando todos los espacios de poder. Infinitamente agradecida del proceso y también agradecer el apañe de todos los jóvenes en este proceso”.
Antes de irse del ex Congreso, los convencionales del Partido Socialista proceden a tomarse una fotografía grupal. Allí está la profesora Adriana Cancino Meneses, nancagüina, representante de Colchagua y Cardenal Caro en la Convención. Fue la única convencional con alguna discapacidad: la suya, de carácter auditivo.
Al respecto, Cancino señaló: “Yo llegué aquí con una mochila de muchos sueños, de muchas personas que viven la discapacidad, y me voy muy feliz de haber podido lograr esos sueños y plasmarlos en un artículo maravilloso, el número 6 que está en el texto constitucional, donde se tratan todas las demandas de las personas con discapacidad y también de la neurodivergencia, de la participación política que también nos faltaba que nos reconocieran, porque tenemos mucho que entregar las personas que vivimos ciertas discapacidades, y me voy feliz de poder haber aportado”.
Junto con agradecer a las personas que han apoyado su labor y que han participado en encuentros en todo el país, se dirigió a las personas de Nancagua y, en general, de Colchagua y Cardenal Caro: “Mi mensaje es que crean en nosotros, que crean en esta escritura del nuevo texto constitucional, que crean que de verdad nosotros dimos el todo por el todo para que este texto se llevara a cabo, y contemplar todas las demandas históricas que no habían sido contempladas por mucho tiempo”.
“Yo les llamo a que este 4 de septiembre voten por el Apruebo, porque ya que nos eligieron como constituyentes, ahora nosotros les pedimos esa devuelta de mano, de que ya nos eligieron ahora nosotros les pedimos a ellos voten Apruebo, porque es muchísimo mejor que la Constitución actual”, señaló la docente.
Junto a Adriana Cancino estaba el representante de la región de Valparaíso, Claudio Gómez Castro. Abogado y académico de la Escuela de Derecho de la Universidad de Aconcagua, ha sido dirigente por la creación de la región de Aconcagua, participando como secretario general de la corporación Aconcagua Región. Su labor en la Convención, por cierto, estuvo en parte orientada a la reivindicación de esta demanda del territorio de la antigua provincia.
“Nosotros, cuando estábamos en campaña por el Apruebo, luego como convencionales, siempre de las materias que nos propusimos traer a la Convención fue el Estado social y democrático de derecho, una constitución ecológica, una nueva relación del centro con la regiones, con una democracia paritaria e inclusiva, y también trajimos una norma que es territorial, netamente de un territorio, que son las provincias de Aconcagua”.
“Nos fue bien, se aprobó como norma transitoria una disposición que indica que deberá existir una consulta ciudadana vinculante en las provincias de San Felipe, Los Andes y Petorca, y en caso que esa consulta sea favorable el Congreso deberá expedir una ley de implementación de la región, así que en un hecho inédito en la historia de Chile por primera vez un territorio va a poder autodeterminarse si quieren ser o no región autónoma. Históricamente las regiones se han constituido de arriba para abajo, desde Santiago hacia abajo, entonces aquí la territorialidad está naciendo desde abajo para arriba, y ese un cambio de paradigma que tenemos que destacar sin duda”, manifestó entusiasta el abogado Gómez.
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Son las 13:17. Aún quedan algunas decenas de personas en el antiguo Congreso Nacional. Las calles aledañas comienzan a recobrar su movimiento, aunque sigue presente la fuerza policial. La Plaza de Armas ahora luce repleta de personas. La bandera chilena, la de la región Metropolitana y las de pueblos indígenas flamean en el frontis del municipio de Santiago.
Sí, parece ser un día como cualquier otro. Pero es un día que sin duda quedará en los anales de la historia nacional. A pesar de los naturales desencuentros entre personas con pensamientos tan distintos pero al mismo tiempo representativos de la diversidad del pueblo chileno, la Nueva Constitución tiene un carácter profundamente patriótico y la ceremonia de cierre de la Convención representó, también, un acto republicano.
A las afueras del Correo Central, un vendedor vocea el ahora desactualizado borrador de nueva Constitución.
“¿Cuánto vale?”. “Tres luquitas”.