Hoy conmemoramos los 90 años desde la publicación en el Diario Oficial de la Ley N.° 5.376, un hito que marcó la restauración de la provincia de Colchagua. Sin embargo, detrás de esta efeméride se esconde una historia de decisiones políticas que han dejado cicatrices en nuestra Región de Colchagua.
En 1928 el dictador Carlos Ibáñez del Campo fusionó Colchagua con la provincia de O’Higgins, estableciendo su capital en Rancagua. En 1976, la dictadura militar de Augusto Pinochet repitió la jugada, creando la VI Región y nuevamente fijando su capital en Rancagua, consolidada por la fuerza de un régimen que se mantuvo en el poder durante casi diecisiete años y escrita en piedra en la Constitución que entró en vigencia el 11 de marzo de 1981.
Esta política, lejos de fortalecer nuestra región, ha traído consigo un centralismo que ha afectado negativamente a Colchagua y Cardenal Caro. Las sombras del centralismo se proyectan en el desigual progreso, la falta de acceso a la educación, la salud y otros servicios básicos para nuestros sectores.
Hoy, al conmemorar este aniversario, es crucial reflexionar sobre los efectos de estas decisiones en nuestra comunidad. Es momento de alzar la voz y criticar duramente una política que ha resultado ser un fracaso, dejando a muchos de nuestros conciudadanos en la periferia del desarrollo.
Luchemos juntos por un cambio, por una descentralización real que permita el progreso equitativo en cada rincón de nuestra amada Región de Colchagua.
Diego Grez
Presidente
Fundación Cultural Región de Colchagua